Tipos de empleadores

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Emprender está a la orden del día. Cada vez son más los emprendedores que deciden poner en marcha un proyecto. Y es posible que a la hora de hacerlo necesiten contratar personal. Pero ¿están debidamente informados sobre qué tipos de relaciones laborales existen? Conocerlo les ayudará a averiguar con qué tipo de trabajador les interesa más llegar a acuerdos.

Existen dos tipos de relaciones laborales: los trabajadores por cuenta ajena y los trabajadores por cuenta propia. Veamos las principales diferencias entre cada uno.

Tipos de relaciones laborales y diferencias

El trabajador por cuenta ajena

El trabajador por cuenta ajena, al que también se le denomina asalariado o empleado, es aquel que trabaja para una empresa. Por tanto, realiza unas funciones determinadas y recibe un sueldo mensual. Tiene, por tanto, un contrato laboral.

Así, como emprendedor, si estás interesado en contratar a este tipo de trabajador, has de saber que estás obligado a elaborar un contrato laboral.

El empleado depende del empresario y existe una jerarquía. Ahora bien, este está protegido por el Estatuto de los Trabajadores. Por tanto, tiene una serie de derechos, así como de deberes que está contemplado en él.

No puede trabajar más de ciertas horas semanales, tienen derecho a vacaciones, así como a solicitar excedencia.

Es uno de los tipos de relaciones laborales más comunes entre empresario y trabajador.

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El trabajador por cuenta propia

El trabajador por cuenta propia, también llamado autónomo, no depende económicamente de nadie. Es, por así decirlo, su propio jefe y por tanto no está bajo las órdenes de nadie que no sea sí mismo. Tiene su propio trabajo y, por ende, asume los riesgos de toda su actividad, así como de las múltiples funciones que realice y de las decisiones que tome.

Este también goza de cierta protección, que no aparecerá en el Estatuto de los Trabajadores, sino en el Estatuto del Trabajador Autónomo.

Está obligado a darse de alta como Autónomo en Hacienda, así como a pagar la correspondiente cuantía de la Seguridad Social. Por lo general, el autónomo tiene responsabilidad ilimitada, es decir, que no hay separación entre su patrimonio como persona y el que pertenece a la empresa. Por tanto, todos sus bienes y propiedades, como la residencia, coche, etcétera…forman parte también del negocio. Lo que quiere decir esto es que si en algún momento el autónomo no cumple con sus responsabilidades, deberá responder con sus pertenencias.

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¿Aún hay más?


El freelance

Actualmente, muchas empresas, organizaciones y particulares tienen la necesidad de contratar profesionales especializados para desarrollar tareas de alta calidad a un menor costo. A través de nuestro sitio web, ambos pueden contactarse sin tener que embarcarse en una búsqueda larga y onerosa. A diferencia de las bolsas de trabajo, las negociaciones entre los usuarios se hacen íntegramente dentro del sitio y cada paso es controlado por nosotros para garantizar la seguridad de las operaciones

De forma extraordinaria, existe otra figura cada vez más frecuente. Se trata del freelance, que está a medio camino entre el trabajador por cuenta ajena y el autónomo. Realiza trabajos de forma ocasional y, por tanto, recibe ingresos puntuales.

La figura del freelance es compatible con la del trabajador por cuenta ajena, aunque este debe atender a la normativa que regula la actividad por cuenta propia, aunque esta actividad sea por un periodo de duración determinada.

En definitiva, si eres emprendedor, debes conocer los diferentes tipos de relaciones laborales que existen para averiguar cuál de ellas te interesa más establecer.

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